Así impactará la electromovilidad a la manufactura en México

México enfrenta una serie de retos en la manufactura automotriz con la transición a la electromovilidad. La producción de vehículos eléctricos ha registrado un crecimiento en el país. Sin embargo, la industria requiere ajustes en su cadena de suministro, infraestructura y fuerza laboral para adaptarse a los requerimientos de esta tecnología.

La fabricación de vehículos eléctricos implica cambios en los procesos de producción debido a la integración de componentes distintos a los utilizados en los motores de combustión interna. El uso de baterías de litio, motores eléctricos y sistemas electrónicos avanzados ha aumentado la demanda de estos insumos, que en su mayoría son importados. México cuenta con yacimientos de litio, pero aún no dispone de la infraestructura para su extracción y procesamiento a gran escala. La falta de proveedores locales especializados limita la integración de la cadena productiva en el país.

El crecimiento de la industria de electromovilidad también ha incrementado la demanda de software y electrónica aplicada a la manufactura automotriz. Tecnologías como steer-by-wire, que reemplazan mecanismos mecánicos por controles electrónicos, requieren empresas con capacidad para desarrollar sistemas de control y conectividad.

Actualmente, el sector automotriz mexicano está especializado en la fabricación de componentes estructurales y ensamblaje, pero aún no cuenta con una base consolidada de proveedores de software para vehículos eléctricos. La falta de empresas dedicadas al desarrollo de estos sistemas representa un obstáculo para la integración local en la producción de autos eléctricos.

La infraestructura de carga es otro factor que influye en la adopción de esta tecnología. En 2022, se contabilizaron 1,146 estaciones de carga en México, con una concentración en la Ciudad de México y otras urbes principales. La expansión de esta red es necesaria para sostener el crecimiento del parque vehicular eléctrico y evitar que la falta de infraestructura limite la demanda de estos automóviles. La inversión en puntos de carga depende de incentivos gubernamentales y de la participación del sector privado.

Nuevos talentos

El desarrollo de una fuerza laboral especializada es otro de los retos que enfrenta la manufactura de vehículos eléctricos en México. La producción de estos automóviles requiere conocimientos en electrónica, programación y manejo de materiales compuestos. El modelo de capacitación actual está orientado a la manufactura tradicional, por lo que la industria automotriz ha señalado la necesidad de adaptar los planes de estudio en instituciones técnicas y de educación superior. La colaboración entre empresas y universidades ha sido identificada como una estrategia para formar personal con las competencias necesarias para operar las nuevas líneas de producción.

El panorama regulatorio es otro factor que influye en la manufactura de vehículos eléctricos en el país. A diferencia de otras naciones, México aún no cuenta con una estrategia nacional de electromovilidad que establezca objetivos de largo plazo en términos de incentivos, infraestructura y desarrollo tecnológico.

En la actualidad, la importación de vehículos eléctricos cuenta con beneficios fiscales, pero la industria ha señalado la necesidad de impulsar la producción local con incentivos específicos para fabricantes y proveedores de componentes estratégicos.

México v.s. el mundo

La competencia global es un elemento que influye en la capacidad de México para consolidarse como un centro de producción de autos eléctricos. China ha incrementado su capacidad de manufactura y ha logrado posicionarse como el principal productor de baterías de litio y sistemas de control para vehículos eléctricos. La industria mexicana enfrenta el reto de desarrollar capacidades en estos segmentos para evitar una dependencia de proveedores internacionales en la producción de autos eléctricos ensamblados en el país.

La atracción de inversión extranjera ha sido una de las estrategias utilizadas para fortalecer la manufactura de autos eléctricos en México. Empresas automotrices han anunciado proyectos de expansión en el país, aprovechando los acuerdos comerciales vigentes y la ubicación estratégica para exportaciones a Estados Unidos y Canadá.

La industria representa más de 15% de la inversión extranjera directa en México, y pese a la actual incertidumbre, se espera que las inversiones en el país continúen en los próximos años. No obstante, no todo dependerá del ambiente político, económico o de comercio exterior, la llegada de nuevos proyectos también dependerá de la capacidad de los proveedores locales para adaptarse a los requerimientos de las armadoras en términos de calidad y certificaciones.

La fabricación de autos eléctricos en México enfrenta desafíos relacionados con el desarrollo de proveedores, la capacitación de personal y la infraestructura de carga. La integración de componentes estratégicos sigue dependiendo de importaciones, y el desarrollo de tecnología local en software y electrónica es aún limitado. La expansión de la red de carga y la formación de talento especializado son factores que determinarán el crecimiento del sector en los próximos años.

La industria automotriz dependerá de una estrategia nacional profunda de electromovilidad para establecer incentivos y regulaciones que permitan consolidar la producción de estos vehículos en el país.

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