La industria de semiconductores es fundamental para el funcionamiento de dispositivos en diversos sectores. México, con su ubicación estratégica y tratados comerciales, tiene la oportunidad de integrarse en esta cadena de valor. Sin embargo, las recientes restricciones de exportación de semiconductores por parte de Estados Unidos podrían afectar este potencial.
Los semiconductores son esenciales en dispositivos electrónicos que van desde automóviles hasta equipos médicos. Su capacidad para procesar información permite avances en inteligencia artificial, diagnósticos médicos y sistemas de transporte inteligentes. La evolución hacia chips más potentes y rápidos impulsa la digitalización y la eficiencia en múltiples industrias.
México ha mostrado interés en fortalecer su participación en la industria de semiconductores. Estados como Aguascalientes, Baja California, Chihuahua, Jalisco, Querétaro y Tamaulipas ya realizan actividades relevantes en esta cadena de suministro. La Secretaría de Economía ha destacado avances en el desarrollo del sector, promoviendo la colaboración entre instituciones y empresas para consolidar a México como un actor estratégico en la cadena de suministro de semiconductores.
Un ejemplo de empresa mexicana en este sector es QSM Semiconductores, dedicada al desarrollo de soluciones innovadoras basadas en tecnologías de semiconductores. Ofrecen servicios que incluyen diseño electrónico y mecánico, desarrollo de software, prototipado, pruebas de validación y manufactura. Además, cuentan con un Centro de Diseño de Circuitos Integrados (CEDI) enfocado en diseño RTL, diseño físico y pruebas de verificación funcional.
El valor requerido
La fabricación de semiconductores y productos derivados en México podría tener un impacto significativo en la economía nacional. Para ello, es necesario estructurar una cadena de valor que incluya desde el diseño y desarrollo hasta la manufactura y distribución. Esto implica inversiones en infraestructura, capacitación de talento humano y fortalecimiento de la colaboración entre el sector público y privado.
Los productos que podrían fabricarse en México incluyen circuitos integrados, componentes discretos y dispositivos MEMS. Para ello, se requiere conocimiento especializado en ingeniería electrónica, diseño de circuitos y procesos de manufactura avanzada. Empresas a lo largo de la cadena de valor, desde proveedores de materiales hasta ensambladores, deben prepararse para cumplir con los estándares de calidad y eficiencia que demanda la industria global de semiconductores.
Las nuevas restricciones de exportación de semiconductores impuestas por Estados Unidos, dirigidas principalmente a China y Rusia, podrían tener implicaciones para la industria mexicana. Aunque estas medidas buscan limitar el acceso de ciertos países a tecnologías avanzadas, podrían afectar las cadenas de suministro en las que México participa. Sin embargo, también podrían representar una oportunidad para que la manufactura electrónica del país fortalezca su capacidad de producción local y reduzca la dependencia de importaciones, posicionándose como un proveedor confiable para mercados que buscan diversificar sus fuentes de semiconductores.
La importancia de una estrategia industrial
El Plan México, presentado por la presidenta Claudia Sheinbaum, identifica a la industria de semiconductores como un pilar estratégico para el desarrollo industrial del país. Las restricciones internacionales podrían representar desafíos, pero también incentivan la inversión en capacidades locales. Es preciso, por lo tanto, que el gobierno y las empresas trabajen conjuntamente para mitigar posibles impactos negativos y aprovechar las oportunidades que surjan en este contexto.
Empresas en sectores como manufactura electrónica, diseño de circuitos, desarrollo de software y proveedores de materiales deben prepararse para el auge de la industria de semiconductores en México. La preparación implica invertir en tecnología, capacitar al personal en habilidades especializadas y establecer alianzas estratégicas con actores clave en la cadena de suministro global. Además, es esencial mantenerse actualizados sobre las tendencias del mercado y las regulaciones internacionales que puedan afectar al sector.
No hay duda que México tiene una oportunidad significativa para integrarse y destacar en la industria global de semiconductores. Pero se necesita una estrategia. Aunque existen desafíos, especialmente relacionados con las restricciones internacionales y la necesidad de desarrollar una cadena de valor robusta, con una estrategia adecuada y colaboración entre el sector público y privado, el país puede posicionarse como un actor clave en el sector.
